El
emprendedor en la escuela
La educación tradicional se ha sustentado tradicionalmente en la mera
transmisión de información. Ahora, toda esa información está en Internet y los
alumnos deben ser capaces de manejar la tecnología para buscar recursos
autónomamente y también trabajando en equipo.
El modelo educativo centrado excesivamente en la memorización debe
marcarse también como objetivo proporcionar a los alumnos habilidades para el
éxito en la vida y ayudarles a desarrollar su talento. La
inteligencia emocional, la creatividad o el espíritu emprendedor son algunas
necesarias para conseguirlo.
El refuerzo de la inteligencia emocional del niño y, por tanto, de su
autoconfianza y de su capacidad para establecer y lograr sus metas, es el
primer paso que debemos establecernos para ayudarles a que desarrollen
plenamente su talento. Aptitudes como el autocontrol o la empatía o actitudes
como el optimismo y el esfuerzo son factores críticos de éxito que el alumno
debe tener plenamente interiorizados.
Para fomentar la creatividad o el emprendimiento en las aulas, tenemos
que familiarizar al niño/a con estos conceptos y captar su atracción e interés
sobre ellos. Ser creativo implica aprender a ver las cosas de manera distinta
de lo que se considera como normal o convencional, de lo que vemos hacer a
nuestros padres o amigos o de lo que tendemos a pensar a la primera.
Ser creativo implica atreverse a pensar de manera diferencial. Ser
innovador es dar un paso más, atreviéndose a llevar esas ideas a la
práctica. Una vez que convencemos al niño de la importancia de aportar visiones
y soluciones propias ante situaciones tradicionales que se nos presentan en la
vida, es el momento ideal para hablarle de emprender, de la posibilidad de
lanzarse a poner en marcha sus propios proyectos.
Es sorprendente comprobar con qué naturalidad los niños y niñas con
apenas 10 años pueden imaginar ideas creativas y soluciones innovadoras
alrededor de sus virtudes y hobbies. A buen seguro, con
más facilidad que muchos mayores que se sienten anclados a su trayectoria
profesional más reciente y que ven casi como una utopía la posibilidad de
abandonar su zona de confort e iniciar una aventura empresarial por su cuenta.
Emprender no es sólo montar una empresa, es acometer un empeño, una obra
o un proyecto social. En definitiva, tomar la iniciativa. Cuestión de actitud.
Fortalecer el carácter del niño/a para lograr que en el futuro aflore este
dinamismo e iniciativa es sobre lo que trabajamos con el Método Oreoh.
Ayudar al niño a desarrollar plenamente su talento y
proporcionarle la confianza y resistencia para lograr sus metas son
obligaciones que deberían ser irrenunciables en la misión de cualquier educador
y que, en consecuencia, deberían estar presentes entre las prioridades del
sistema educativo.
PUNTO DE PARTIDA:
¿MI INSTITUCION EDUCATIVA FOMENTA EL EMPRENDIMIENTO CUANDO..?
-CUANDO HACEMOS EL DIA DEL LOGRO ,
EMPRENDEOS CADA UNO UN NEGOCIO Y PARA QUE TODO EL COLEGIO SE DE CUENTA DE LO
QUE HACEIS.
-EL PROYECTOR ME HACE QUE USE LA TECNOLOGIA Y LO SEPA USAR CORRECTAMENTE
PARA INVESTIGAR.}
-LAS EXPOSICIONES HACE QUE LE PIERDA LOS MIEDO AL MOMENTO DE EXPRESAR
NUESTRAS OPINIONES .
-CUANDO DEJAN EN PFRH , UNA
MONOGRAFIA NOS SIRVE PARA EL FUTURO DE
NUESTRA CARRERA .
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